miércoles, 16 de noviembre de 2011

Redacciones del alumnado del grupo Integra

El otro día, trabajando la narración y sus distintas partes, algunos de los chicos y chicas del grupo Integra decidieron escribir un relato a partir de unos personajes y una circunstancia que ellos mismos había determinados. Decidieron ver dónde les llevaban esos personajes. Y digo decidieron, porque se trataba de una actividad voluntaria que, sin embargo, ha realizado más de la mitad del grupo, motivo por el cual me siento ESPECIALMENTE ORGULLOSA de ellos y ellas. Además de que esto se reflejará en su nota, les prometí que colgaría sus redacciones en mi blog. En cuanto a la temática, tenían total libertad... Yo me he limitado a corregir la forma o algún nombre que estaba de más. Aquí tenéis sus historias:

EN UN BAR DE CARRETERA (por F. Pomares)

Ramona, Jorge y Alex se iban de vacaciones y pararon en medio de la carretera, en un bar apartado de la ciudad, y entraron al bar para comprar agua, comida, etc.

Alex se quedó en el coche, y Ramona y Jorge entraron a comprar pero no había nadie que atendiera y tocaron el ¡¡¡RIN, RIN!!! ¡¡¡RIN, RIN!!! Y no salió nadie y empezó a entrar un aire espeluznante y un ruido como si arrastraran a alguien. Cuando Ramona y Jorge volvieron al coche sin comprar nada, porque no les había atendido nadie, vieron que Alex no estaba en el coche, la radio continuaba encendida y había una nota que decía: “NO BUSCARME” con tres dedos llenos de sangre marcados en la hoja.

Ramona y Jorge, asustados subieron al coche e intentaron arrancarlo pero se quedo sin gasolina. Jorge se extrañó porque la gasolina estaba llena. Volvió dentro y el dependiente no estaba y pensó “o fue al aseo o esto es muy extraño”.

Jorge echó a correr y cuando llegó al coche Ramona ya no estaba. Miró en el coche y solo quedaba una prueba en el maletero de que los dos desaparecieron y murieron: es que estaban sus cabezas cortadas y colgadas en el maletero, Jorge cuando los vio se echo las manos a la cabeza y grito “NOOOOOOOOO” y cuando se dio la vuelta, vio detrás de él un hombre que se acerca poco a poco gritando y pidiendo ayuda y resultó que el hombre era el asesino y cuando se acercó a Jorge y le dijo: “Señor, ayúdeme, mire esto” y cuando lo llevó al coche, el asesino le cortó la cabeza a Jorge para que no hubiera pruebas.

UN DÍA EN EL PARQUE (por N. Belda)
Estaban Aitor, Adrián, Maxi jugando al fútbol y de repente vieron a un hombre que los estaba persiguiendo y ellos muy asustados, salieron a correr, y el hombre fue detrás de ellos hasta que lo despistaron en un callejón sin salida muy oscuro. Se asomaron y no vieron a nadie, y decidieron salir aunque no sabían donde ir.

Al mismo tiempo ocurría que sus padres los estaban buscando para irse a su casa y habían llamado a la policía. Todo el mundo estaba buscando a los niños y al final los encontraron en un descampado llorando y muy asustados.

LOS YONQUIS Y LOS AMIGOS PEQUEÑOS (por A. Domingo)

Pepe , Godofredo y Manuel estaban ayer a las 11 de la mañana en la calle San Isidro. Había casas abandonadas y ellos entraron en ellas. En una casa habían yonquis que le preguntaron a los niños: “¿qué hacéis aquí?”. “Nada , que jugamos al escondite”, contestaron los niños . Y los yonquis les dijeron “No vengáis por aquí por que nosotros nos pinchamos y os podéis pinchar y eso es muy malo. Te puedes pegar el sida o cualquier enfermedad”.

Los yonquis que se llamaban Christian, Carlos y Juan , les tomaron mucho cariño a los niños. Una vez Pepe , Godofredo y Manuel se pelearon con personas mayores que ellos y pasaron los yonquis y defendieron a los niños.

Así tuvieron una buena relación y se quisieron mucho.

LA HISTORIA DE JOAQUÍN (por A. Bas)

Aquí me tienes, un tipo corriente llamado Joaquín, y voy a contarte mi propia historia. Hace una semana aproximadamente, a media noche, en mi cuarto, estaba cansado. Había sido una noche movida con los amigos: pelis, cigarros,… lo corriente. Cuando me quedé solo, pensé que era hora de acostarme, y a eso fui, y enseguida me quede durmiendo, o eso esperaba.

De repente aparecí en un lugar desconocido, cuya luz cegaba, y cuyo suelo y paredes no tenían fin. Empecé a escuchar voces familiares, no se de donde provenían y no se les entendía, pero algo pasaba. Mi pecho empezó a arder. No podía gritar, hablar, llorar...¡NADA! Estaba inmóvil, de piedra.

Empecé a ver cada cara de todas y cada una de las voces. Eran mis seres más queridos. Veía como desaparecían delante de mí sin poder hacer yo nada. Por fin conseguí moverme, pero ya era tarde, habían desaparecido todos. Empecé a correr con miedo pero no llegaba a ninguna parte, era frustrante.

Pasaban las horas y no volvía a ver nada más. Sin ganas de nada deambulé durante horas por aquel sitio, buscando una salida, mi cuerpo frío se quedó sin sentimientos, mis piernas flojeaban al ritmo del sonido del tic-tac de un reloj, balanceándome sin rumbo, desorientado, pensaba en el futuro y solo veía una eternidad, desterrado, solo, como un zombi dando un paseo interminable, pero.... ¿era real todo aquello que había visto? ¿No volvería a ver a nadie? Entonces mi pecho empezó a arder de nuevo, con más fuerza, esta vez si que pude chillar, pero no tenía a nadie a quien chillarle para desahogar este dolor.

¡De repente desperté! asustado, nervioso....todo había sido un sueño, pero comprendí algo, ese dolor...ese ardor en el pecho, entendí el sufrimiento que es callarse cuando tienes un problema, y entendí que es aun más sufrimiento querer contar un problema y no tener a nadie a quien contárselo.

- Hay que intentar conservar a las personas cercanas y a las que quieres, al fin y al cabo, todos necesitamos alguna vez a alguien.

ES SOLO UN SUEÑO (por C. Martínez)

Era una noche de invierno, cuando tres niños se fueron a jugar al bosque. El mayor se llamaba Marcos y tenía 15 años, el mediano se llamaba Luis y tenía 13 años y el pequeño se llamaba Carlos y tenía 12 años.

Luis y Carlos se escondieron mientras Marcos contaba hasta 100.

-1, 2, 3, 4, 5, 6…

Luis y Carlos se metieron en una casa abandonada.

Marcos fue a buscarlos y vio que en unos pasos había una casa abandonada o eso parecía. Se metió a buscarlos pero parecía que no estaban ahí. Así que Luis gritó: -¡¡¡Estamos aquí!!! Marcos se dio la vuelta y entró a una habitación vieja y fea.

Estaba Luis en la cama con las manos atadas y despellejado por un violador. Él estaba asustado y gritó- ¡¡¡Carlos corre ven!!! Y no contestaba nadie así que se puso a buscarle y vio a una sombra en el aseo, Marcos se desmayó y cuando se despertó era todo un sueño.